Tras el paso que han tenido nuestras mascotas, por el manto invernal, han vuelto a tener su pelaje gris habitual:
Uno de nuestros compañeros, Pablo, trajo una bola (que tiene para los suyos) para que los hámsters rueden por el suelo y jueguen:
Así que ese mismo día les compramos una.
Mirad cómo rueda uno:
Cómo rueda el otro:
Y los dos juntos:
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